August 2, 2025

La esperada quinta entrega de la saga Ip Man regresa con una fuerza arrolladora, llevando al legendario maestro de Wing Chun a un nuevo escenario de desafíos y redención. Ambientada en la década de 1960, Ip Man 5 nos muestra a un Ip Man envejecido pero aún imbatible, enfrentando no solo las amenazas físicas de un mundo cambiante, sino también los dilemas emocionales de un hombre que ha dedicado su vida al arte marcial y al honor.

La película comienza con Ip Man viajando a Londres para visitar a uno de sus antiguos discípulos, ahora convertido en un influyente líder de una comunidad china en el extranjero. Sin embargo, su llegada coincide con una ola de tensiones raciales y conflictos entre bandas locales, que ven en los inmigrantes una amenaza. Ip Man se ve obligado a intervenir cuando su alumno es acusado falsamente de un crimen, y el sistema judicial británico muestra su lado más injusto y corrupto.

Uno de los aspectos más impactantes del film es cómo combina de forma magistral la acción con la carga emocional. Las escenas de combate son, como siempre, coreografiadas con maestría: cada movimiento es elegante, cada golpe tiene peso. Pero detrás de cada pelea, hay una historia más profunda: la lucha contra la discriminación, la búsqueda de justicia y el legado que un maestro deja atrás. Donnie Yen vuelve a encarnar a Ip Man con una intensidad sobria, transmitiendo sabiduría y fuerza en cada mirada.

La narrativa se entrelaza con nuevos personajes que aportan frescura a la historia: una joven boxeadora inglesa que quiere aprender Wing Chun, un viejo rival convertido en aliado inesperado, y un oficial británico que representa tanto la opresión como la posibilidad de cambio. Todos ellos enriquecen el mundo de Ip Man 5 y le dan una dimensión más humana y universal.

La cinematografía es impecable, con una paleta de colores que refleja perfectamente la atmósfera londinense de los años 60. Desde los callejones húmedos de Chinatown hasta los salones de pelea clandestinos, cada locación está cuidadosamente diseñada para sumergir al espectador en la época. La música acompaña con precisión cada momento clave, acentuando tanto la tensión como la emoción.

Ip Man 5 no solo es una película de artes marciales; es una meditación sobre el legado, la dignidad y la resiliencia. Cierra con elegancia la saga de uno de los íconos más grandes del cine asiático, dejando una huella profunda en los corazones del público. Es un homenaje perfecto a un maestro inmortal, y una carta de amor al espíritu inquebrantable del kung fu.