Logan 2 (2025) Danne K-Enen
July 13, 2025
Después del emotivo adiós de Logan (2017), pocos imaginaban que un regreso sería posible. Sin embargo, Logan 2 (2025), bajo la dirección audaz de Danne K-Enen, no solo revive el espíritu del mutante más querido del universo X-Men, sino que lo reinventa en una narrativa profundamente humana, sombría y electrizante. La película se sitúa en un futuro distópico aún más sombrío, donde la genética está siendo controlada por corporaciones sin ética, y los mutantes restantes viven ocultos o esclavizados. En medio de este caos, una chispa del pasado regresa: no el viejo Logan que conocimos, sino un clon defectuoso con recuerdos fragmentados y un poder inestable.

El guion nos atrapa desde los primeros minutos, construyendo un conflicto interno poderoso en el nuevo Logan, que lucha entre ser la sombra de un héroe y encontrar su propia identidad. Danne K-Enen maneja con maestría los elementos de thriller psicológico, acción brutal y drama existencial, elevando la historia más allá de los estereotipos de superhéroes. El peso emocional no se apoya en la nostalgia, sino en la búsqueda de redención, en la idea de que incluso un eco de Logan puede desafiar el destino que le fue impuesto.
La actuación es sencillamente magistral. El joven actor que encarna al nuevo Logan –aún sin nombre confirmado en los avances– entrega una interpretación cruda, visceral y contenida, canalizando perfectamente la dualidad de ser un experimento y, al mismo tiempo, una chispa de esperanza. Por otro lado, el regreso inesperado de Dafne Keen como Laura/X-23 aporta una profundidad conmovedora. Ahora más madura, su personaje enfrenta sus propios demonios mientras intenta guiar al nuevo Logan hacia algo parecido a la libertad.
Visualmente, la película es un festín sombrío. Los tonos fríos, las ciudades arrasadas y los desiertos oxidados se combinan con escenas de acción intensas, donde cada golpe tiene peso, cada herida cuenta una historia. La cámara no rehúye la violencia, pero tampoco la glorifica; cada batalla es una expresión del dolor que los personajes cargan. Danne K-Enen, con una dirección estilizada pero contenida, nos sumerge en un universo que se siente cruelmente real, incluso en su ciencia ficción.
Uno de los mayores logros de Logan 2 es su capacidad para plantear dilemas morales sin ofrecer respuestas fáciles. ¿Puede una copia tener alma? ¿Qué define la humanidad: los recuerdos, las decisiones o el dolor? A través de una narrativa profundamente introspectiva, la película nos empuja a cuestionarnos sobre identidad, legado y propósito, sin sacrificar el entretenimiento que el público espera de una producción de este calibre.

En definitiva, Logan 2 (2025) no solo está a la altura de su predecesora, sino que se arriesga a explorar territorios nuevos y desafiantes. Es una secuela que honra el legado de Logan sin depender de él, abriendo la puerta a una nueva era de historias mutantes donde lo más importante no son los poderes, sino el alma que lucha por sobrevivir en un mundo que lo ha perdido todo. Una obra maestra inesperada, oscura y hermosa.
