Love, Simon (2018)
July 13, 2025
Love, Simon es mucho más que una comedia romántica adolescente: es una carta abierta al descubrimiento personal, la identidad y la valentía de ser uno mismo en un mundo que muchas veces impone máscaras. Desde los primeros minutos, el filme nos introduce en la vida aparentemente típica de Simon Spier, un joven de secundaria con una familia amorosa, amigos entrañables y una rutina común. Pero Simon guarda un secreto que lo consume por dentro: es gay, y aún no se lo ha dicho a nadie.

Lo que hace que Love, Simon destaque entre tantas historias adolescentes es su tono sincero, empático y profundamente humano. La película no explota el drama desde la victimización ni recurre a estereotipos gastados. En cambio, ofrece una mirada tierna pero honesta sobre lo que significa ocultar una parte vital de ti mismo, incluso a aquellos que más amas. Simon se embarca en una correspondencia anónima con otro estudiante gay conocido solo como “Blue”, y ese intercambio se convierte en su refugio emocional, un espacio de verdad en medio de una vida de silencios.
El guion, basado en la novela “Simon vs. the Homo Sapiens Agenda” de Becky Albertalli, está construido con una sensibilidad admirable. Cada personaje secundario tiene profundidad, desde los amigos de Simon hasta sus padres y maestros, lo que enriquece el relato y le da una textura realista al mundo que rodea al protagonista. Los momentos de humor nunca se sienten forzados y logran equilibrar la tensión emocional de manera eficaz, manteniendo el tono ligero pero nunca superficial.
La actuación de Nick Robinson como Simon es simplemente brillante. Su interpretación es contenida y vulnerable a la vez, permitiéndonos sentir cada duda, cada pequeño momento de felicidad robada, cada temor de ser expuesto. El elenco en general ofrece actuaciones sólidas, pero es especialmente emotiva la relación de Simon con sus padres, interpretados con calidez y respeto. El monólogo de la madre, en particular, es uno de los puntos más conmovedores del film.
Visualmente, la película también sabe cómo contar su historia. El uso del color, la música pop contemporánea y los encuadres sencillos pero significativos hacen que Love, Simon se sienta moderno sin caer en clichés visuales. La historia avanza con ritmo ágil, y aunque algunos giros pueden parecer predecibles, el corazón con el que se cuentan los hechos logra mantener al espectador conectado hasta el último segundo.

En definitiva, Love, Simon es una obra necesaria. No solo por representar a un colectivo que durante años ha sido marginado en el cine adolescente, sino por recordarnos que todos merecemos una gran historia de amor. Es una película que abraza al espectador con ternura, que invita al entendimiento y que nos deja con una sonrisa genuina. No se trata solo de salir del clóset, sino de entrar en la vida con autenticidad.
