July 12, 2025

“Rampage 2: Evolution (2025)” nos sumerge nuevamente en el caótico mundo donde la ciencia descontrolada ha desatado monstruos gigantescos, pero esta vez, la escala y la amenaza se han multiplicado exponencialmente. Años después de los eventos de la primera “Rampage”, la humanidad ha intentado reconstruir, lidiando con los estragos de la “gran mutación”. Sin embargo, la paz es efímera, ya que una nueva cepa de patógeno, aún más volátil y adaptable, emerge de las profundidades, creando criaturas que no solo son más grandes y fuertes, sino también más inteligentes y, escalofriantemente, capaces de evolucionar rápidamente ante cada ataque.

La trama se centra en el Dr. Davis Okoye (interpretado nuevamente por Dwayne “The Rock” Johnson), quien ahora trabaja en una unidad secreta dedicada a monitorear y contener nuevas amenazas biológicas. Su pasado con George, el gorila albino, le da una perspectiva única sobre estas criaturas, aunque el trauma de esos eventos lo persigue. La narrativa se intensifica cuando un nuevo brote global desencadena la transformación de múltiples especies animales en titanes imparables, lo que obliga a Okoye a aliarse con una científica brillante pero excéntrica ([Nombre del nuevo personaje científico supuesto]) para encontrar una cura o, al menos, una forma de detener la evolución exponencial de estos monstruos.

Uno de los puntos más atractivos de “Rampage 2: Evolution” es cómo eleva el concepto de los monstruos. Ya no son solo bestias imparables, sino que demuestran una adaptabilidad aterradora. En una secuencia particularmente impactante, un animal mutado, inicialmente terrestre, desarrolla branquias y una resistencia acuática en cuestión de minutos tras ser empujado al agua, complicando enormemente las tácticas de contención. Esta evolución constante mantiene al público al borde de su asiento, ya que cada encuentro es impredecible y más desafiante que el anterior.

La película no escatima en acción y efectos visuales espectaculares. Las batallas entre los monstruos y las fuerzas militares son masivas y devastadoras, con ciudades enteras transformándose en zonas de guerra. Sin embargo, en medio de la destrucción, la película intenta mantener un núcleo emocional, explorando la relación de Okoye con la naturaleza y su desesperación por salvar no solo a la humanidad, sino también a las criaturas inocentes que han sido corrompidas por el patógeno. La dinámica entre Okoye y su nueva aliada científica añade un toque de ingenio y tensión a la narrativa.

Además de la acción desenfrenada, la película introduce una conspiración de alto nivel que podría estar detrás de la liberación de este nuevo patógeno. Se explora el tema de la responsabilidad corporativa y el peligro de la ambición desmedida, añadiendo una capa de intriga y un elemento de thriller que complementa el caos de los monstruos. Esta subtrama eleva la película más allá de una simple orgía de destrucción, dándole una profundidad argumental inesperada.

En resumen, “Rampage 2: Evolution (2025)” promete ser una secuela digna de su predecesora, superándola en escala, emoción e inteligencia. Con monstruos que evolucionan en tiempo real, apuestas globales y la continua presencia carismática de Dwayne Johnson, esta película se perfila como un espectáculo de acción imperdible que te mantendrá pegado a tu asiento, preguntándote qué horrores genéticos surgirán a continuación.