En el corazón de un oscuro y gélido bosque nórdico, Sauna (2025) nos sumerge en un thriller psicológico de terror atmosférico que explora los rincones más sombríos de la culpa, el remordimiento y la redención. Dirigida por la visionaria cineasta finlandesa Elina Hietala, la película combina elementos del folclore escandinavo con una narrativa moderna y claustrofóbica, logrando mantener al espectador atrapado en una tensión constante desde los primeros minutos hasta el impactante desenlace.
Sauna (2025)
July 19, 2025

La historia sigue a dos hermanos, Elias y Jari, que regresan a su aldea natal tras años de ausencia para reclamar la herencia de su difunto padre. Lo que parecía ser un simple viaje al pasado se convierte en una odisea aterradora cuando descubren una antigua sauna de piedra en medio del bosque, supuestamente construida por los antepasados para “purificar las almas de los pecadores”. Atraídos por la leyenda, los hermanos comienzan a experimentar sucesos extraños, alucinaciones y enfrentamientos con sus peores temores.
Lo fascinante de Sauna es su habilidad para fundir el horror psicológico con lo sobrenatural, sin nunca perder el enfoque humano de su relato. Las emociones reprimidas de los protagonistas se filtran en cada escena: la culpa por actos pasados, el miedo a la muerte, el resentimiento familiar. La sauna no es solo un objeto físico, sino una entidad viviente que se alimenta del dolor interior. A través de esta metáfora inquietante, la película nos plantea preguntas existenciales sobre el perdón y la necesidad (o la imposibilidad) de liberarse del pasado.
Visualmente, la película es una obra maestra. Los tonos grises, los contrastes entre luz natural y penumbra, el uso minimalista de música ambiental y el sonido persistente del vapor construyen una atmósfera opresiva que transmite frío, humedad y desasosiego. Cada encuadre parece una pintura congelada en el tiempo, donde la belleza se mezcla con el horror. La cámara sigue a los personajes con una cercanía casi asfixiante, obligando al espectador a compartir cada una de sus dudas y terrores.
Las actuaciones de Aksel Hennie y Ville Virtanen como los hermanos son profundamente intensas y creíbles. Su química en pantalla transmite una relación llena de tensiones no resueltas. Pero es la sauna misma, interpretada casi como un personaje más, la que roba protagonismo. No necesita hablar para imponer su presencia; su poder es silencioso, ancestral e inevitable. Esta figura central redefine el concepto de horror: ya no se trata de monstruos exteriores, sino de los demonios que uno lleva dentro.

Sauna (2025) es una experiencia cinematográfica inquietante y memorable, que desafía los límites del género de terror. Es más que una historia de miedo; es una exploración poética y angustiante del alma humana, que nos confronta con aquello que normalmente evitamos mirar. Una película que no se olvida fácilmente, que deja huellas como cicatrices invisibles bajo la piel.
