Alvin y las Ardillas (2025)

September 3, 2025

Crítica: Alvin y las Ardillas (2025)
Las ardillas más traviesas del mundo regresan a la gran pantalla en Alvin y las Ardillas (2025), y esta nueva entrega demuestra que la franquicia aún conserva melodías pegadizas (y travesuras caóticas).
Esta vez, la historia lleva a las Ardillas y a las Chipettes a España, donde son invitadas a actuar en un festival internacional de música en Madrid. Lo que comienza como un concierto de ensueño se convierte rápidamente en un torbellino de contratiempos, bandas rivales y, por supuesto, los descabellados planes de Alvin que amenazan con arruinarlo todo.
Visualmente, la película adopta vibrantes escenarios europeos: plazas, salas de conciertos y calles animadas y coloridas. Las ardillas generadas por computadora están más pulidas que nunca, integrándose sorprendentemente bien en el entorno de acción real. Los números musicales, desde pop-pop hasta baladas originales, son lo suficientemente enérgicos como para hacer bailar al público, aunque sean un poco cursis.

En cuanto a las actuaciones, el elenco humano cumple su función principalmente como personajes serios ante el caos animado, mientras que los actores de voz infunden una vez más a Alvin, Simon, Theodore y las Ardillas una personalidad y un humor distintivos. La dinámica fraternal sigue siendo el corazón de la película, con la lógica de Simon, la dulzura de Theodore y el encanto imprudente de Alvin colisionando de forma clásica.

Donde la película falla es en la previsibilidad: la trama es floja y los espectadores mayores pueden encontrar el humor demasiado infantil. Aun así, los niños se reirán a carcajadas y las familias disfrutarán de la energía sana.

Veredicto: Alvin y las Ardillas (2025) no es cine innovador, pero ofrece exactamente lo que los fans esperan: canciones pegadizas, humor físico y una dosis de caos a lo grande. Para el público más joven, es un éxito. Para los adultos, al menos es una atracción colorida e inofensiva.
⭐ Puntuación: 6.5/10